el amor trabaja,
y la esperanza soporta con paciencia todas las cosas.
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La fe obra,
el amor trabaja, y la esperanza soporta con paciencia todas las cosas.
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Tengan estos tres principios fijos en sus corazones: Las cosas eternas son mucho más importantes que las temporales; las cosas que no se ven son tan ciertas como las que se ven; su vida eterna depende de la elección que hagan ahora. Escojan a Cristo y sus caminos y serán bendecidos para siempre, rechácenlo y están perdidos para siempre. El Pentecostés del Sinaí en el Antiguo Testamento, y el Pentecostés de Jerusalén en el Nuevo, fueron las dos grandes manifestaciones de Dios: una legal, la otra evangélica; la primera desde la montaña, y la segunda desde el cielo; una terrible, y la otra misericordiosa. “Denme 100 hombres que no temen más que al pecado y no deseen más que a Dios y cambiaré el mundo.” La única causa de nuestra aceptación delante de Dios es la justicia y la muerte de Cristo, que cumplió la ley de Dios y murió el nuestro lugar.
La causa de nuestra aceptación no es la santidad de vida y las buenas obras, sino unicamente la fe. La fe que produce necesariamente santidad y buenas obras. ... Si bien hemos quebrantado la ley de Dios y merecido por lo tanto la condenación del infierno, Dios no aplica el merecido castigo a los que están justificados. LA ORACIÓN DEL PACTO 1781 Señor ya no soy mio, sino tuyo. Usame para lo que tu quieras, Compárame con quien tu quieras. Ponme a hacer, ponme a sufrir. Dejame ser empleado por ti, o dejado de lado por ti, Exaltado por ti, o humillado por ti. Dejame ser lleno, dejame estar vacío. Dejame tener todas las cosas, dejame no tener nada. Yo, libremente y de corazón rindo todas las cosas a tu voluntad y disposición. Y ahora, oh glorioso y bendito Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Tu eres mio y yo soy tuyo. Que así sea. Y el pacto que he hecho aquí en la tierra, sea ratificado en el cielo. Amén. Juan Wesley Las principales doctrínas metodistas son arrepentimiento, fe y santidad. La primera, el arrepentimento, es el portal de la religión, la segunda, la fe, es la puerta misma que da el acceso y la tercera, la santidad, es la escencia de la religión. Juan Wesley |